9 Todo el que ha nacido de Dios no comete pecado porque su germen
permanece en él; y no puede pecar porque ha nacido de Dios.
10 En esto se reconocen los hijos de Dios y los hijos del Diablo: todo
el que no obra la justicia no es de Dios, ni tampoco el que no
ama a su
hermano.
11 Pues este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos
amemos unos a otros.